Este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aceptó la reducción de entrega de vacunas contra COVID-19, por parte de la farmacéutica PFIZER.
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¿El motivo? El presidente de México, se mostró a favor de la disminución de unidades con el objetivo de que países los países más pobres puedan tener acceso a la vacunación.
Lo anterior, debido a un llamado hecho por la Organización de las Naciones Unidas, a compartir las dosis extras adquiridas por países ricos con naciones pobres.
“Nosotros estuvimos de acuerdo con eso, que nos bajen (las dosis) y luego nos repongan lo que nos corresponde”.
Andrés Manuel López Obrador
Sin embargo, el presidente López Obrador, no dio más detalles sobre la magnitud de la reducción de las vacunas de PFIZER-BioNTech.
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, lamento el “fracaso de la solidaridad” frente a la vacunación. Criticó la acción de países más prósperos, quienes compran más vacunas, más allá de sus necesidades.
Por lo anterior, se espera que los países que más han comprado vacunas, se comprometan a compartir las dosis excesivas de vacunas.
Hasta aquí, todo bien. Pero en México no tenemos ni dosis excesivas, y mucho menos una estrategia de vacunación eficiente que nos permita saber si existen dosis de vacunación excedentes en nuestro territorio.
Con el anterior anuncio del Presidente de la República ¿Qué pasará con el ritmo de recuperación económica prevista para el 2021?
¿En realidad estará preocupado por las dosis de vacunación faltantes en otros países, o será un pretexto para justificar la ineficiente estrategia de vacunación?