Como sabemos, el primer debate fue un caos, el candidato republicano interrumpió al exvicepresidente Joe Biden y el moderador no pudo hacer nada para tranquilizarlo. Después el supuesto segundo debate fue cancelado debido al Covid 19 de Donald Trump.
Por eso, este enfrentamiento era tan importante, ya que fue la última oportunidad de los candidatos para demostrar de qué están hechos. El formato hizo toda la diferencia, los micrófonos se silenciaban cada que el contrincante daba su postura, de esta manera podían hablar sin interrupciones.
Esto provocó que fuera un evento mucho más cordial; ya que finalmente dio pie a un intercambio de argumentos y mostró con mayor claridad el cauce que cada uno de ellos llevaría en caso de ser electo respecto de temas delicados como COVID-19, seguridad nacional, racismo y el bienestar de las familias estadounidenses.
Además, el papel de la moderadora Kristen Welker, periodista de NBC, fue importantísimo, ya que, no solo logró que los aspirantes a la Casa Blanca comunicaran sus propuestas a los telespectadores; sino que preguntó sobre la marcha, dejó espacio a las apelaciones sin perder el control y dirigió, con efectividad, el encuentro.
Ayer vimos un buen debate, pudimos notar a un Donald Trump mucho más sereno de lo habitual; y a un Biden con tiempo se contestar y de defenderse de las mentiras que le adjudicaba el candidato republicano.
¿Quién ganó el debate?
En el tema del Covid-19, se notó la diferencia de posturas, por un lado Biden, se apegó a la ciencia, al uso de cubrebocas y criticó la mala gestión del gobierno actual. También afirmó que los estados con alzas más preocupantes en casos con COVID-19 tenían administraciones o tendencias republicanas; mientras que Trump en seguida culpó a China por traer el virus y siguió firme con terminar el confinamiento.
Pero uno de las aseveraciones que más llamaron la atención fue cuando en el tema migratorio; el presidente actual justificó sus acciones al punto de decir que “llegaban al país las personas con el coeficiente intelectual más bajo”. Después de ese comentario, en la sección de raza se atrevió a reiterar, frente a una moderadora afroamericana, que él era la persona menos racista en ese foro y el presidente que más había hecho por la población afrodescendiente.
En fin, difícilmente el debate de anoche pueda cambiar la intención de voto de los estadounidenses, pero mínimo nos fuimos con un mejor sabor de boca que en los debates pasados. Vimos más intercambio de ideas, propuestas y sobre todo un mejor comportamiento. El ganador de la noche: el botón “mute” de los micrófonos.
Si te interesa saber más:https://airesdehidalgo.com/2020/10/22/rusia-e-iran-interfiriendo-en-las-elecciones-de-estados-unidos/
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