Tras cuatro días de intensa tensión, los medios de comunicación en Estados Unidos declararon al candidato Joe Biden el ganador de las elecciones presidenciales. De inmediato, un centenar de Presidentes, Jefes de Estado y Primer Ministros, reconocieron y felicitaron al candidato demócrata.
La cascada de reconocimientos internacionales hace pensar que esta era una decisión natural y automática, pero lo cierto es que entraña dilemas políticos que vale la pena identificar. Por ejemplo Rusia, y China no han felicitado a Biden por haber ganado en las elecciones del 3 de noviembre frente al presidente Donald Trump.
Por un lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que felicitará al demócrata en cuanto estén los resultados oficiales, ya que más allá de los medios de comunicación, no hay instituciones que hayan avalado los resultados aún.
Lo que es cierto es que todavía no sabemos el resultado de los votos del colegio electoral ni si Donald Trump intentará acudir a instancias legales para revertir el resultado.
El portavoz del Kremlin recordó que el presidente ruso ha dicho en reiteradas ocasiones que respetará cualquier elección del pueblo estadounidense y estará dispuesto a trabajar con cualquier presidente de EE. UU.
Por otro lado, China siguió la misma lógica que los Rusos y se abstuvo de felicitar a Biden, aduciendo, este lunes, que todavía no se conoce el resultado final de los comicios. No obstante, en noviembre de 2016, cuando Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos, Xi Jinping lo felicitó al día siguiente de los comicios.
Algunos analistas aseguran que estás políticas de “no intervención”, más bien reafirman la postura de los Estados hacia uno u otro candidato. No felicitar a Joe Biden, le reduce mucha presión al presidente Donald Trump y le da espacio y tiempo para que pueda impugnar los resultados.
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