El presidente Andrés Manuel López Obrador recorrió en un helicóptero las zonas afectadas por las inundaciones de Tabasco, principalmente las zonas aledañas a la presa Peñitas.
En el recorrido admitió que, en el manejo de las aguas de la presa Peñitas, se optó entre “inconvenientes” y se decidió inundar zonas bajas, indígenas y “pobres” de Tabasco para salvar Villahermosa, la capital del estado.
Por lo que perjudicó a las comunidades indígenas chántales de Nacajuca y Centla, justificando que se tenía que tomar una decisión.
“Desde luego se perjudicó a la gente de Nacajuca, son los chontales, los más pobres, pero teníamos que tomar una decisión, ahora ya estamos aislando allá abajo y donde vive la mayoría de la gente de Tabasco se evitó una inundación mayor”, comentó.
El presidente luego sobrevoló el municipio de Centla y mencionó a los poblados chontales de Vicente Guerrero, Ignacio Allende, Cuauhtémoc y Simón Sarlat, como los más afectados porque el agua quedó estancada.
Explicó que por esta desembocadura es por donde sale más agua al mar de todo el país y que el río Usumacinta, llamado “mono sagrado”, no tiene control, no hay presas y está muy alto en su nivel.
En el sobrevuelo, el presidente López Obrador presentó como acompañantes al gobernador de Tabasco, así como a los titulares de la Secretaría de Marina y Defensa Nacional, de la Coordinación Nacional de Protección Civil y otros funcionarios federales.