Un científico ruso que trabajaba en el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 fue encontrado muerto en San Petersburgo, de acuerdo con medios locales.
De acuerdo con el periódico ruso Moskovsky Komsomolets, el cuerpo de Alexander “Sasha” Kagansky, de 45 años de edad, cayó de la ventana de un apartamento en el piso 14 con una puñalada.
Por tal razón, la policía local no descarta una pelea previa que provocara la caída de Kagansky.
Las autoridades rusas abrieron una investigación por asesinato y arrestaron al dueño del apartamento.
Kagansky era un reconocido especialista en el campo de la genética, la biología molecular y la investigación sobre el cáncer en Rusia.
Recientemente el científico fue nombrado director del Centro de Medicina Genómica y Regenerativa de la Universidad Federal del Lejano Oriente de Rusia, en Vladivostok.
También trabajó durante 13 años en el Instituto de Genética y Medicina molecular de la Universidad de Edimburgo.
Según el medio Nevskie Novosti, en los últimos meses Kagansky colaboraba en Edimburgo en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
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