Tras reconocer que hace dos años, cuando un ducto de Petróleos Mexicanos explotó y se incendió, en las inmediaciones de la colonia San Primitivo, las autoridades de los tres órdenes de gobierno apoyaron a quienes resultaron afectados, Eligia Zacarias Medrano, madre de una de las víctimas, señaló que los apoyos que han recibido, son insuficientes.
Hoy, se realizó un homenaje luctuoso a las víctimas de la explosión e incendio de una toma clandestina descontrolada, que había registrado el derrame de miles de litros de gasolina, ocurrido el 18 de enero de 2019.
El evento fue encabezado por los alcaldes de los municipios de Tlahuelilpan José Alfredo Díaz Moreno y Tlaxcoapan Jaime Pérez Suárez, de donde eran originarias la mayoría de las personas que murieron y resultaron lesionadas, y el director de la Policía Industrial Bancaria, Rodrigo León Cerón, en representación del gobernado Omar Fayad Meneses.
Al acto que tuvo lugar en la Zona Cero, la cual era una milpa y ahora cuenta con una veintena de pequeños mausoleos, un centenar de cruces y un altar, no se convocó a los familiares de las víctimas. Se explicó a los asistentes que seguían por redes sociales el acto que, por disposiciones de la Secretaría de Salud, por la pandemia del COVID-19 solo se invitó como oradora, en representación de los deudos a Elígia Zacarias, madre de una de las víctimas.
La mujer, con las emociones a flor de piel, dijo a los presentes que cada una de las familias que fueron afectadas por tan terrible hecho, están agradecidas, porque en los momentos difíciles “las autoridades municipales, estatales y federales fueron un pilar en el cual pudimos sostenernos para no quebrantarnos ante semejante pérdida”.
Compartió que hace dos años se fueron amigos, amigas, hermanos, hermanas, hijos, hijas, padres y madres de familia, y con el corazón triste por tal perdida, las familias han tratado de seguir adelante, pero no ha sido posible porque los apoyos recibidos, “han sido insuficientes”.
Le dijo que las familias que quedaron rotas e incompletas, están necesitadas de una mano amiga que les ayude a recuperar su economía de manera urgente porque se vieron doblemente afectados por una pandemia que les tomó por sorpresa, así que se ven en la necesidad de recurrir de nueva cuenta al gobierno.
Los alcaldes reconocieron que muchos menores que quedaron en orfandad no han podido ser incorporados a los programas sociales y algunos que sí fueron inscritos ya perdieron la becas porque cambiaron de nivel educativo, que muy pocos fueron beneficiarios de programas sociales, en Tlahuelilpan solo 10 accedieron al programa “Opciones productivas” y la mayoría de esos negocios ya quebraron por la pandemia.
También informaron que la adquisición de los terrenos para el Memorial para la Víctimas y para dos panteones no se ha hecho, ni tampoco las obras de infraestructura comprometida por el gobierno federal.
Los alcaldes hicieron anuncios en el sentido de que gestionarán se realice la compraventa de los terrenos que ya autorizó el gobierno federal, que buscarán que a los menores que perdieron a sus padres sean beneficiados con becas y que buscarán que el gobierno federal les contemple en programas de infraestructura.
En esta ocasión durante el acto no se hizo mención de los nombres de quienes perdieron la vida en ese trágico suceso que enlutó al municipio. El sitio, que hoy está acordonado, hay que decirlo luce un tanto abandonado, aunque el año pasado se colocó la primera piedra del Memorial, solo los dolientes tratan de mantenerlo en condiciones dignas.