Comerciantes de diversos giros buscaron hoy entablar diálogo con el alcalde de Tula de Allende, Manuel Hernández Badillo y con la Secretaría de Salud de Hidalgo para que les permitan abrir sus negocios o ampliar los horarios de apertura, para paliar un poco su crítica situación económica. Los propietarios de restaurant-bar consiguieron que les permitan abrir con restricciones, entre ello sin vender alcohol.
Los propietarios de los Bares y Restaurante-Bar tenían agendada una reunión con el secretario general municipal Francisco Guzmán Badillo, que canceló argumentando “causas de fuerza mayor” pero se les informó que, por las disposiciones sanitarias por el Semáforo Rojo, y debido al alto número de contagios y muertes en el municipio, estaba prohibida la operación de negocios no esenciales.
Comerciantes del centro de giros no esenciales y del tianguis municipal intentaron también dialogar con el alcalde y Alfonso Flores Galván, de Copriseh, pero se les impidió el acceso a la instalación argumentando una situación de seguridad sanitaria. Por algunos momentos los ánimos se encendieron entre los comerciantes, quienes exigían que se instalara una mesa de trabajo para que se analizaran opciones para abrir los negocios.
Todos los comerciantes de Tula de Allende, coinciden en que están dispuestos a atender medidas para contener la transmisión del coronavirus, pero que la autoridad debe flexibilizar la clasificación y los horarios.
Se conoció que una comisión de los dueños de bares y restaurante-bar sí fueron recibidos por el alcalde y el representante de Copriseh y que acordaron que los giros de restaurante-bar abran de 10 a 20 horas sin venta de alcohol, manteniendo solo un aforo del 20%. La alcaldía no emitió comunicado alguno al respecto.
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