Gran controversia causó entre la población y molestia entre los comerciantes conocer que mientras se restringe al máximo la actividad productiva, a la hora de hacer cumplir las disposiciones para frenar la pandemia, como lo es la restricción de realizar reuniones multitudinarias, las autoridades municipales son muy laxas.
Y es que este domingo el gobierno municipal emitió un comunicado en el que hace referencia a que el sábado no pudo disuadir a los organizadores de una fiesta que se desarrollaba en la comunidad de Taxhido, en donde se reportaba la presencia de más de 200 personas.
El gobierno informó que elementos de Seguridad Pública Municipal, Sanidad, Protección Civil y la dirección de Reglamentos se trasladaron al lugar, encontrando en un predio particular un evento social por lo que solicitaron hablar con los organizadores “a quienes se les manifestó que, por decreto Federal y Estatal este tipo de actividades no estaban permitidas ante la gravedad de la emergencia sanitaria por COVID-19, por lo que se les conminó a concluir su evento”.
Los organizadores, refiere el comunicado, “argumentaron que se implementaban protocolos sanitarios desde el acceso principal a la propiedad privada”.
Y señala que al notar la presencia de las autoridades algunos de los asistentes optaron por retirarse; sin embargo, otros decidieron permanecer en el recinto. Por lo que, en el ámbito de su competencia, “se dio por notificado a los organizadores manifestándoles que tendrían que asumir junto con los asistentes la responsabilidad de que surgieran contagios del virus SARS-CoV-2 y posibles muertes de quienes acudieron a este evento”.
Y advierten que serán notificados los dueños de esta propiedad particular y se verificará si no opera fuera de toda norma, como un lugar de renta para eventos sociales como ha sido señalado por algunos vecinos de la colonia, para aplicar todas las sanciones correspondientes y en su caso proceder a la suspensión o clausura.
Los comerciantes, entre ellos Miguel López han levantado la voz para exigir al alcalde Salvador Jiménez Calzadilla sea congruente, pues no es justo que mientras a ellos les carga la mano pues no les permiten ejercer la actividad económica de la que viven, porque lo que venden no está considerado como esencial y a los giros de esenciales y venta de comida les imponen condiciones para abrir que les implican hacer muchos gastos, sean tan permisivos con la gente que organiza fiestas.
Miguel López dijo que saben que no se les permitirá vender artículos del 14 de febrero, que es de las ventas más fuertes del año, pero ya están organizándose para exigir se les permita instalarse en algún espacio, porque la autoridad en realidad no tiene el menor control de la pandemia.
“Vemos que se permiten las fiestas, las peleas de gallos, han proliferado las cantinas clandestinas, mientras a los comerciantes no nos dejan trabajar que por el riesgo de contagios. Pero tenemos ya casi un año sin trabajar. Si no morimos del Covid, moriremos de hambre”.