Uno de los parámetros más importantes para la generación de empleos en un país como México, se mide a partir de la inversión privada. A mayor cantidad, más empleos y mayor certeza.
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A propósito de este importante indicador económico el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), publicó un interesante estudio sobre las consecuencias de las decisiones de gobierno que están ahuyentando las inversiones.
Este estudio enumera 15 importantes decisiones de políticas públicas y reformas de ley que han incidido directamente en la desconfianza de empreaarios.
Pasando desde la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, hasta la propuesta de reforma en el sector eléctrico.
Lo más preocupante que se revela en este estudio, es que a pesar de la sensible disminución en la inversión privada, el gobierno federal no da señales de cambio para recuperarla.
La Inversión Fija Bruta (en su mayoría privada) disminuyó en 2020 a una tasa de -18.8%.
En 2019, su caída ya era de -4.6%.
El estudio realizado por el CEESP, indica que la inversión privada cayó, en los primeros dos años de gobierno de AMLO, 2.7% del PIB.
Mientras que la inversión pública no ha crecido, sino disminuido en 0.4 puntos del PIB.
Estas dos importantes cifras parecen no importar en los pasillos de Palacio Nacional.
En cambio, se habla repetidamente de un indicador como el tipo de cambio del peso frente al dólar. Aún así, podemos hablar de que durante este sexenio la moneda mexicana se ha depreciado 1.3% frente al dólar.
Finalmente, recordemos que nuestra economía, no podrá crecer sin inversión privada, aspecto que hasta el momento parece no preocuparle al presidente López Obrador.