“Viví otras pandemias, pero nunca como está, de usar el cubrebocas o de no salir de casa”, estas fueron las palabras de la señora Eulalia Bravo Bravo, oriunda de Pachuca, quien a sus 107 años de edad acudió a ser inmunizada contra el COVID-19.
Desde las 8 de la mañana la señora Eulalia, se dispuso a salir de su domicilio para acudir a su cita en las instalaciones de la feria.
Acompañada de su familia y como todos los adultos mayores, hizo su fila para poder ingresar al recinto.
Dentro de este, los siervos de la nación la apoyaron a ingresar a las bodegas donde se aplica la vacuna de la farmacéutica Pfizer.
Llegó el momento, una doctora se acerca y le pide sus datos, se le aplica la vacuna le duele un poco, pero se siente bien, solo queda esperar unos minutos para descartar cualquier efecto secundario.
La señora Eulalia Bravo se retira del lugar no sin antes decir a los jóvenes que aún no creen en este virus “cuídense, estudienden, trabajen, pero sobre todo sean honrados”.
