En el regreso del público a las gradas del estadio Hidalgo se detectaron dos casos positivos de COVID-19 entre los aficionados que estaban formados para ingresar al inmueble para el partido de los Tuzos del Pachuca contra los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Como parte de las medidas sanitarias implementadas para la reapertura del estadio, se instaló un filtro sanitario para los asistentes, aunado a ello, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) aplicó mil pruebas rápidas para detectar casos de COVID-19 entre los 8 mil aficionados que ingresaron al recinto.
Derivado de las pruebas se detectó a dos portadores del coronavirus quienes eran asintomáticos, por lo que se les impidió el acceso al estadio.
Asimismo, se detectó a un aficionado de los Tigres con tos, quien fue aislado para la realización de la prueba, la cual se infiere que fue negativa debido a que las autoridades sanitarias solo reportaron los dos contagios asintomáticos.
De igual manera, a través de las pruebas rápidas se detectaron 64 personas que aunque presentaron anticuerpos del virus SARS-CoV-2 ya no eran contagiosos debido a que ya se habían recuperado de la enfermedad.
Si bien para el ingreso se respetaron los protocolos sanitarios, al interior del estadio Hidalgo no se respetaron las medidas, pues se vendieron y consumieron alimentos y bebidas, aunque no se vendió cerveza, ni se verificó que los aficionados portaran el cubrebocas de manera permanente, como se estableció en la concesión de la reapertura.
Asimismo, de acuerdo con las medidas de la Liga MX, los boletos para este partido solo debieron haberse vendido de manera electrónica, pero estos fueron vendidos de forma física.
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