Este martes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió al Congreso aprobar “inmediatamente” medidas para endurecer el control de armas.
Ayer 10 personas murieron, incluido un agente de policía, en un tiroteo en un supermercado en la localidad de Boulder, en Colorado.
En conferencia de prensa desde la casa Blanca, Biden exhortó al Congreso a actuar: “Podemos prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad”.
El presidente estadounidense insistió en cerrar “los vacíos que hay en nuestro sistema de chequeo de antecedentes”.
Estas propuestas de Biden no son casualidad, ni recién pensadas por el tiroteo en Colorado; se tratan de una larga lucha de Biden contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés).
Cada año casi 40 mil personas mueren en los Estados Unidos a consecuencia de lesiones por armas de fuego, y muchas más resultan heridas.
Algunas de estas muertes son el resultado de tiroteos masivos como el de Boulder.
Sin embargo otros son el resultado de actos diarios de violencia armada o suicidios que no aparecen en los titulares.
La larga lucha de Biden por el control de armas
Desde los noventas Joe Biden ha impulsado medidas legislativas contra el uso de armas:
El Congreso aprobó en 1993 la Ley Brady para la Prevención de Violencia con Armas de Fuego, que estableció el sistema de verificación de antecedentes.
En 1994, Biden, junto con la senadora Dianne Feinstein, aseguró la aprobación de prohibiciones de 10 años en armas de asalto y cartuchos e municiones de alta capacidad.
Para su campaña electoral de 2020 Biden propuso que los fabricantes de armas se hagan responsables. En 2005, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Protección del Comercio Legal en Armas.
Una ley protege a los fabricantes de armas la responsabilidad civil de sus productos, una protección que no se le otorga a ninguna otra industria.
Entre la larga lista de medidas contra las armas Biden también propone restringir la cantidad de armas de fuego que un individuo puede comprar por mes.
Ademas quiere regular la posesión de armas de asalto existentes bajo la Ley Nacional de Armas de Fuego.
Actualmente, la Ley Nacional de Armas de Fuego requiere que las personas que poseen ametralladoras, silenciadores y rifles de cañón corto se sometan a una verificación de antecedentes y registren esas armas en la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés). Debido a estos requisitos, tales armas rara vez se usan en crímenes.
También te puede interesar: Exhorta Congreso a SSH a verificar programa de tanques de oxígeno