Esta tarde le dieron el último adiós a Beatriz (Bety) quien fue sepultada en Tezontepec de Aldama, la doctora que murió el pasado 9 de julio en el área de retención de la policía municipal de Progreso de Obregón.
El féretro blanco con los restos de la joven arribó a la iglesia de Santo Niño de Praga, en la comunidad de Presas, poco después de las 13 horas, donde se celebró una misa de cuerpo presente.
El deceso de la doctora Bety ha causado indignación social al sospecharse que pudo ser provocada por abuso policial, por lo que la Procuraduría de Justicia del Estado de Hidalgo realiza una investigación bajo el protocolo de feminicidio.
El enojo creció tras la respuesta del gobierno que encabeza Armando Mera, al pretender deslindarse y darle un sesgo político; esto encendió los ánimos de los ciudadanos que se volcaron a las calles, en diversos sitios, para manifestar su exigencia de que se haga justicia.
La música de un mariachi del último adiós a Bety enmarcó la celebración eucarística oficiada por el párroco José Ángel Tinajero Trejo, a la que concurrieron cientos de personas. La tristeza inundó el recinto y las palabras del religioso fueron un bálsamo.
Pero el momento en que el cuerpo de Bety fue sepultado en el panteón de la localidad, la indignación dio paso al dolor en su máxima expresión entre sus padres y hermano, familiares y amigos.
Aunque los dolientes han tenido el acompañamiento y han recibido la solidaridad de cientos de personas, nada aminora la pena de la pérdida.
La tumba de la médica se cubrió de flores, coronas y amargas lágrimas y ahora la familia espera que se haga justicia, pues señalan que Bety era una buena persona que buscaba ayudar a la gente y no debió morir así.