A 8 años del rebrote de Colera en el estado de Hidalgo con más de la mitad de los casos situados en Huejutla, las descargas de aguas residuales a los principales ríos que atraviesan la cabecera municipal representa un verdadero problema que requiere la atención urgente de los gobiernos.
El desbordamiento de los colectores de drenaje que se encuentran sobre el lecho de los ríos Tecoluco, Chinguiñoso y Tahuizan, además de las tomas domiciliarias que ahí desembocan, los convierten en verdaderos arroyos de pestilentes aguas.
Fue en el 2013 cuando el desbordamiento de fosas sépticas situadas en localidades que se encuentran en el corredor que va de la comunidad de Macuxtepetla a la ciudad de Huejutla, generó la contaminación del río que atraviesa esa zona, ocasionando la presencia de dicha enfermedad.
No obstante ese antecedente, en la actualidad no se atiende la problemática y el riesgo de que nuevamente se presente una emergencia sanitaria es latente, además que el no funcionamiento de la Planta Tratadora de Aguas Residuales del municipio, lo incrementa.
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