Vecinos del poblado de Santa María Macuá, del municipio de Tula de Allende, se presentaron en la alcaldía esta mañana para ingresar de manera formal 600 solicitudes individuale para que el Ayuntamiento no cambie el uso de suelo del ejido del mismo nombre y no se otorguen permisos para la construcción y operación Parques Fotovoltaicos.
Los vecinos señalan que sus vecinos de la comunidad de San Miguel de Las Piedras, han dado luz verde al uso de sus tierras ejidales, ya que rentaron a una empresa por 30 años, 140 hectáreas para colocar paneles solares y calculan se realizará la tala de al menos 50 mil árboles y no quieren que en sus tierras se instale ninguna empresa de ese tipo.
Manuel Guerrero, representante de bienes comunales ejidales, señaló que la experiencia que han tenido los habitantes de Nopala con el Parque Fotovoltaico Guajiro de Atlas Renewable Energy les da la certeza de que ese tipo de proyectos no favorece al desarrollo económico de las poblaciones donde se han colocado y sí les genera graves problemas, entre ellos la sequía y la devastación medioambiental.
Dijo que esperan tener el respaldo del alcalde Manuel Hernández Badillo, así como del Congreso del estado y el gobierno federal, a quienes estarán solicitando igualmente no se otorguen permisos de construcción y operación para su comunidad, ya que, señalaron, no tienen confianza en elgobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses.
Los quejosos fueron acompañados por un grupo de ciudadanos vecinos de Nopala, quienes han integrado un frente en contra de la operación del Parque Fotovoltaico Guajiro de Atlas Renewable Energy de Nopala Hidalgo, que fue inaugurado en junio de 2020.
En ocasión de la inauguración del parque, el gobernador Omar Fayad informó que este produciría 300 GWh de energía anualmente, el equivalente a cubrir la demanda de 120 mil familias; que Atlas Renewable Energy realizó una inversión de más de 2 mil 300 millones de pesos y, con ello, “Hidalgo ingresaba a la agenda energética”.
Destacó que la cantidad de CO2 (dióxido de carbono) que se dejará de emitir al generar este tipo de energía, 215 mil toneladas de CO2, es equivalente a sacar 46 mil vehículos de circulación por un año y ayudaría al cuidado del medio ambiente, lo que significaba un parteaguas al ser responsables en la mitigación de las contingencias ambientales.
Pero en julio del año pasado pobladores de Nopala y de diferentes municipios del Estado de México y Querétaro que colindan con la zona donde se instaló la planta fotovoltaica de Atlas Renewable Energy, se manifestaron pues acusan que la empresa esparce químicos en el ambiente, bombardeando las nubes para evitar que llueva, por lo que exigieron que sean cancelados los permisos de vuelo en esta región.
Y han ido más allá en sus acciones, convenciendo a los poblados vecinos para que no permitan la instalación de ningún parque fotovoltaico.
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