Pfizer y BioNTech planean solicitar a los reguladores de Estados Unidos y Europa que se autorice una dosis de refuerzo de su vacuna COVID-19, basándose en la evidencia de un mayor riesgo de infección seis meses después de la inoculación y la propagación de la variante Delta altamente contagiosa.
En un comunicado conjunto, Pfizer y BioNTech expresaron que una tercera inyección tiene el potencial de mantener los “niveles más elevados” de protección contra todas la variantes actuales, incluida la delta.
De acuerdo con la información del comunicado, las pruebas de la tercera dosis podrían empezar en agosto de este año, siempre y cuando se cuenten con los permisos para ello.
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La Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron en una declaración conjunta que los estadounidenses que han sido completamente vacunados no necesitan una inyección de refuerzo de COVID-19 en este momento.
En Estados Unidos, Anthony Fauci (el principal epidemiológico del gobierno local) ha señalado que las tres vacunas aprobadas en el país (Pfizer, Moderna y J&J) “son efectivas contra la variante delta”, de acuerdo con los primeros estudios de efectividad.