El gobierno de Emmanuel Macron aprobó este fin de semana una ley mediante la cual se exigirá un pase especial para acceder a cafés, restaurantes y viajar dentro del país, y que además hará obligatoria la vacunación contra COVID-19 para todo el personal de salud.
El presidente de Francia ha mencionado que estas medidas son necesarias en Francia para proteger a la población vulnerable y reducir la ocupación de los hospitales, que se han llenado debido a una nueva ola de casos.
El vocero del gobierno Gabriel Attal advirtió que el aumento de casos fue “estratosférico” después de que la tasa de incidencia de Francia aumentara en un 125 por ciento en una semana.
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Emmanuel Macron llamó a la unidad nacional y a la vacunación para evitar nuevos confinamientos. Esta nueva norma podría aplicarse desde ahora hasta el 15 de noviembre, y todo dependerá de la situación de contagios.
Aunque nueva variante Delta ha demostrado una alta velocidad de transmisión y contagio, cerca de 160,00 personas marcharon este sábado en Francia contra la nueva medida. Los inconformes gritaban “¡Libertad!” y portaban carteles con leyendas como “Mi salud me pertenece”.