Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, anunció este lunes que el cierre de emergencia de nivel 4 que ordenó desde el 17 de agosto se extenderá por otras dos semanas en Auckland, el epicentro del brote actual.
Al mismo tiempo, el país podría enfrentar una posible escasez de vacunas, aún cuando los brotes comunitarios parecen desacelerar.
“Sé que todos nos sentimos alentados de que nuestro número sea más bajo de lo que hemos visto en los últimos días y sé que todos estamos dispuestos a que esa tendencia se mantenga. El trabajo aún no está terminado y tenemos que seguir adelante”.
Jacinda Arden en conferencia de prensa
En Nueva Zelanda tan sólo 26.7% de la población elegible para vacunarse lo ha hecho, eso significa solamente un poco más de un millón de personas, de acuerdo con cifras oficiales. Y aunque la vacunación para avanzar, el país aún se encuentra vulnerable ante el virus.
El país se había encontrado libre de virus por varios meses, hasta un pequeño número de casos en febrero de 2021, pero a mediados de agosto un brote de la variante Delta llegado desde Australia obligó al cierre.
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