Un día antes de que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, visite el municipio de Tula, la Secretaría del Bienestar comenzó a entregar a la población tulense damnificada por las inundaciones de septiembre, un apoyo económico por 10 mil pesos, lo que generó malestar y protestas.
A temprana hora se citó a los afectados al Auditorio Municipal José María de Los Reyes para entregarles el apoyo gubernamental ofrecido por el presidente de la República.
Los damnificados, muchos de los cuales sufrieron pérdidas millonarias esperaban se les diera un apoyo significativo, así que los 10 mil que recibieron por familia, generó molestia generalizada.
“Nos habían dicho que nos darían más que a los que fueron afectados por el huracán. A ellos les dieron 35 mil, porque fue un fenómeno natural. Y Tula no se inundó, la inundaron, así que prometieron darnos más. Esto es una burla, porque por culpa de Conagua perdimos todo”, dijo Blanca Miranda.
Una andanada de quejas recibieron los Servidores de la Nación, mientras que entre el alcalde Manuel Hernández Badillo y los responsables de la Secretaría del Bienestar de Hidalgo se generaba un conflicto, porque apenas un día antes del último minuto solicitaron utilizar el recinto.
El asunto es que el Secretario General Francisco Guzmán Badillo facilitó el auditorio a los funcionarios federales , sin consultarle al alcalde y este último, según versiones, mandó por la mañana que lo cerraran. Luego permitió su uso, pero mandó cerrar los baños. Tal situación, confrontó al alcalde y al secretario.
Francisco Guzmán, trascendió, presentó su renuncia.
Pero hasta este momento la alcaldía no ha informado de manera oficial sobre la dimisión del Secretario, ni los motivos, aunque se le consultó.