La epidemia de drogas en Estados Unidos es la más mortífera que jamás haya existido, sugieren nuevos datos de las autoridades de salud federales.
Se calcula que 100,000 estadounidenses murieron por sobredosis en un año, un hito nunca antes visto. Según las autoridades sanitarias, está relacionado con la pandemia del COVID-19 y con un suministro de medicamentos más peligroso.
Las muertes por sobredosis, que llevan en aumento por más de dos décadas, se han acelerado en los dos últimos años y, según los nuevos datos publicados este miércoles, se han disparado casi un 30% en el último año.
El presidente Joe Biden lamentó el miércoles los nuevos datos. El mandatario dijo “no podemos pasar por alto esta epidemia de pérdidas, que ha afectado a familias y comunidades en todo el país”.
Los datos provisionales recientes sobre muertes por sobredosis de drogas reflejan las que ocurrieron entre mayo de 2020 y abril de 2021. El COVID-19 mató a unas 509.000 personas en ese mismo periodo de tiempo, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Los CDC informaron previamente que hubo unas 93,000 muertes por sobredosis en 2020, la cifra más alta registrada en un año natural. Robert Anderson, jefe de estadísticas de mortalidad de los CDC, dijo que es probable que el recuento de 2021 supere los 100,000.
Los nuevos datos muestran que muchas de las muertes están relacionadas con el fentanilo ilícito, un opioide altamente letal que hace cinco años superó a la heroína como el tipo de droga implicada en el mayor número de muertes por sobredosis. Los traficantes han mezclado el fentanilo con otras drogas, una de las razones por las que también están aumentando las muertes por metanfetaminas y cocaína.