La semana pasada la Organización Mundial de la Salud confirmó que una nueva variante de Covid-19 había sido descubierta. Llamada oficialmente Ómicron, ésta variante ha aterrorizado a todo el planeta, ya que se desconoce a ciencia exacta su nivel de peligrosidad debido a sus mutaciones, pero la OMS ha advertido a las naciones del mundo a que tomen todas las medidas necesarias para evitar su contagio a nivel global.
Descubierta en Sudáfrica por la investigadora Angelique Coetzee, ésta detalló que en un momento de calma, donde los ingresos por contagios de Covid habían disminuido, sin previo aviso empezaron a presentarse personas que sentían malestares de la enfermedad; sin embargo, algo en esta ocasión era diferente.
Con esta incertidumbre de no saber a qué se estaba enfrentando, Angelique recurrió a los científicos del gobierno sudafricano, para advertirles al respecto. Después de unos cuantos estudios y con apoyo de la OMS se confirmó lo que todos temían: una nueva variante de Covid-19 bautizada Ómicron.
De acuerdo con lo contado por Coetzee, los pacientes que han contraído Ómicron se quejan de fatiga, dolores de cabeza y cuerpo y dolores de garganta y tos ocasionales. En comparación con la variante Delta, los síntomas son muy distintos y por ahora se desconoce su nivel de transmisión y qué tan peligroso es.
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Por ahora se desconoce en gran medida qué tanto daño puede ocasionar Ómicron a las personas, pero la OMS se encuentra en una misión contra reloj para descubrir la mejor forma de tratarla. Hasta este momento se saben de dos casos en Canadá, por lo que es cuestión de días para que se revelen más infectados de esta variante en los demás países de nuestro continente, incluido México.