El Gobierno de la Ciudad de México presentó una reforma al Código Fiscal de la Ciudad de México. Entre los cambios propuestos se adiciona un nuevo Artículo 307 TER que establecería un cobro de 2% del monto total (de ventas) antes de impuestos por cada entrega.
Dice la propuesta de la CDMX:
“Las personas físicas o morales que operen, utilicen y/o administren aplicaciones y/o plataformas informáticas para el control, programación y/o geolocalización en dispositivos fijos o móviles, a través de las cuales los usuarios puedan contratar la entrega de paquetería, alimentos, víveres o cualquier tipo de mercancía con entrega en el territorio de la Ciudad de México, siempre que actúen con carácter de intermediarias, promotoras o facilitadoras, deberán pagar mensualmente por concepto de aprovechamiento por el uso y explotación de la infraestructura de la Ciudad de México el 2% del cobro total antes de impuestos por cada entrega realizada”.
La iniciativa se justifica argumentando que los nuevos modelos de negocio digital, que actualmente han tenido un incremento en la Ciudad de México, deben contribuir por el uso, explotación y aprovechamiento de la infraestructura necesaria para el desarrollo de sus actividades. Es decir, por usar la calle, el ecommerce tendrá que pagar un impuesto nuevo, no obstante que el Presidente de la República en repetidas ocasiones se ha comprometido a no hacerlo.
Expertos consultados nos explican que esta regulación no sólo tendrá un impacto en la reducción del ecommerce en México mayor al 2%, por lo que la CDMX recaudará aún menos de lo que recauda ahora, sino que, además, impactará a todas las plataformas de entrega de paquetería, alimentos, víveres, así como restaurantes, empresas de logística, fintechs, empresas de retail que cuentan con sus propias plataformas y grandes empresas de tecnología con marketplaces.
Algunos ejemplos:
-Empresas de logística: (Amazon, Mercado Libre, Estafeta, Fedex)
–Plataformas de entrega a domicilio (Rappi, Uber Eats, DiDi Food, Justo, iVoy).
–Fintechs que sirven al ecosistema de Ecommerce (Nubank, Fondeadora)
-Procesadores de pago (Mastercard y Visa).
-Empresas de tecnología con Marketplaces (Facebook y Google)
-Miles de restaurantes en la CDMX que utilicen plataformas (afiliados o no a CANIRAC)
-Empresas que tienen sus propias plataformas para venta (Farmacia San Pablo, Liverpool, Palacio de Hierro)
-Plataformas de pagos (Stripe, Oyster, Kueski)
-Consumidores, que deberán pagar el 2% por ser usuarios de las plataformas
-Personas físicas repartidoras, que como usuarias deberán pagar lo mismo.
Más importante que nada, esta propuesta le está metiendo freno de mano al comercio electrónico en el momento en el que más se necesita. Recordemos que hace unas semanas el CIDE publicó un estudio sobre el impacto de las plataformas de reparto en la economía y descubrió que éstas evitaron durante la pandemia casi 85 mil muertes. ¿Está consciente el gobierno de que el ecommerce salva vidas y que ahora más que nunca los necesitamos en el contexto del nacimiento de la variante Omicron de Covid? ¿Cuántas muertes se dejarán de prevenir si sumamos toda la afectación al comercio electrónico?