El tenista Novak Djokovic, reconocido por la comunidad mundial como el mejor deportista de 2021, se encuentra detenido en una zona de refugiados en Australia y a la espera de un juicio que le permita la entrada al país o en dado caso, su deportación.
Novak, quien pidió una exención médica para acudir al Grand Slam que se lleva acabo en Australia, habría emprendido su viaje a aquel país luego de que Tennis Australia autorizara su solicitud.
Dicha exención médica fue pedida por el deportista ya que este no está vacunado contra COVID-19, y de acuerdo a declaraciones recientes, no tiene la intención de hacerlo. Sin embargo, Novak contrajo la enfermedad en 2020 y según el, su cuerpo ha desarrollado los anticuerpos necesarios que lo protegerían de un nuevo contagio.
Su aprobación de poder ingresar a Australia sin la necesidad de estar vacunado causó un revuelo entre la gente, ya que muchos viajeros se quedaron sin la posibilidad de reunirse con sus familias justamente porque no se encuentran inmunizados, por lo que se presionó al Gobierno para que negara su entrada.
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Y, después de una reunión entre políticos y un comité experto, se decidió poner todas las trabas que se pudieran y así evitar el ingreso de Djokovic, a quien en este momento lo tienen detenido, sin sus pertenencias y sin visa.
A su llegada el jueves, cerca de las 23:30 horas en el aeropuerto de Melbourne, Novak fue detenido y alejado de su entrenador Goran Ivanisevic y su fisioterapeuta argentino Ulisés Badio. Con las horas, éste fue llevado al Park Hotel, ubicado en Melbourne y que se caracteriza por ser una zona donde se hospeda a refugiados sin visa.
El escandalo fue tal, que el primer ministro Scott Morrison, tuvo que hacer una declaración pública: “Nadie está por encima de las reglas. Nuestras sólidas políticas han sido fundamentales para que Australia tenga una de las tasas de mortalidad más bajas del mundo por Covid”.
Por ahora todo apunta a que se le dará una resolución a este tema el lunes entrante, en donde se decidirá si se le da acceso al tenista o si será deportado, esto último bajo la amenaza de no poder regresar a Australia en por lo menos 3 años.