Quebec tiene uno de los sistemas regulatorios más estrictos en Canadá para contener la propagación de COVID-19, por lo que el primer ministro, el nacionalista conservador François Legault, ha anunciado que empezará a cobrar un impuesto a todos los no vacunados.
En gran parte del mundo la elección de vacunarse contra COVID o no es enteramente de la persona. No se trata de una obligación, aunque es cierto también que el estar vacunado reduce las complicaciones y hospitalizaciones por dicha enfermedad.
Esto último ha sido un problema para Legault, pues según las cifras oficiales, el 10% de la población que todavía no está vacunada supone el 50% de las personas que están hospitalizadas por COVID-19, lo que ha representado gastos en el sector público.
También te puede interesar: La OMS advierte que las vacunas de refuerzo no terminarán con la pandemia de COVID-19
Aun no se define el monto que las personas no vacunadas y que no tengan una justificación para ella tendrán que pagar, pero podría ser algo significativo. Este cargo puede ser visto como una multa, y es que Legault considera que lejos de ser un coste económico, también se trata de justicia social.
“Es de justicia para el 90% de la población que ha hecho sacrificios al vacunarse. Creo que les debemos este tipo de medidas”, declaró el primer ministro.
Además, el mandatario aseguró que el pasaporte COVID-19 será exigido, de manera progresiva, en muchos más centros comerciales y salones de belleza que se ubican en Quebec. De ya, este es un permiso que debe ser presentado en tiendas donde se vende alcohol y marihuana.
En este momento Canadá tiene 2.64 millones de casos y 31,055 fallecimientos por COVID-19.