Toda muerte violenta de mujeres deberá ser investigada como un probable feminicidio, así lo establece el Protocolo de Actuación con Perspectiva de Género para la Investigación de Delitos de Feminicidio, emitido por la Procuraduría de Justicia de Hidalgo y que entró en vigor este martes 19 de enero de 2022.
El documento enumera una serie de diligencias que se deben agotar para acreditar las razones de género: antecedentes de amenazas, hostigamiento o aprovechamiento sexual, violencia o lesiones en contra de la víctima, así como lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones.
Además de diligencias para acreditar violencia sexual, que el cuerpo de la víctima se encuentre expuesto o arrojado en lugar público, que haya sido incomunicada, así como con las que se acredita la relación sentimental, afectiva, de confianza, de parentesco o de hecho, o bien una relación laboral o docente o cualquier otra que implique subordinación o superioridad.
El protocolo establece que se debe realizar un enfoque diferenciado en situaciones específicas de vulnerabilidad como puede ser: edad, identidad sexual, preferencia sexual, etnia, nacionalidad, idioma, discapacidad, etc.
Se señalan medidas para realizar investigación de campo, en la que destaca que se debe impedir el paso a personas ajenas a la investigación para evitar que se pierdan o destruyan indicios y evidencias.
En el documento se estipula que se debe localizar, buscar, fotografiar, describir, recolectar, embalar y preservar adecuadamente cualquier indicio o evidencia biológica, así como proteger las manos del cadáver con bolsas de papel y sellarse con cinta adhesiva, así como la realización de análisis de genética forense que servirán para acreditar que la víctima presenta signos de violencia sexual al localizar material genético distinto al de la víctima, como semen y saliva en las muestras recabadas y/o enviadas al laboratorio de genética.
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