“Venganza por vínculo afectivo y laboral” fue el móvil del asesinato de Gerardo Sosa Cravioto, así lo señaló Abraham Peña Pérez, quien en 2020 se desempeñaba como empleado del departamento de Criminalística de la Dirección General de Servicios Periciales de la Procuraduría de Justicia de Hidalgo.
En la investigación del asesinato del hijo del expresidente del Patronato Universitario, Peña Pérez fue quien realizó la mecánica de hechos y explicó que la causa de muerte de la víctima fue “anemia aguda por laceración pulmonar consecutivo a disparo de arma de fuego”.
El cuerpo presentaba cinco orificios, tres de entrada y dos de salida; el que le ocasionó la muerte fue el que pegó en el tórax, mismo que penetró por el brazo, penetró al codo y continuó hasta el tórax.
Recordó que se obtuvieron dictámenes periciales de medicina, balística, genética, informática, criminalística, entre otros, los cuales arrojan que el asesino disparó de una distancia no mayor a un metro y 20 centímetros.
Respecto al móvil, comentó que los victimarios siempre buscan zonas de confort, aunado a que se tuvo conocimiento acerca de que había diferencias entre la víctima y el presunto responsable derivadas del entorno laboral.
Todo lo anterior, fue parte de lo desahogado durante la audiencia de juicio, en la cual también destacó que la agente del Ministerio Público desistió de la declaración de Gerardo Sosa Castelán, exrector de la UAEH, debido a que continúa en el hospital tras una intervención quirúrgica.
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Foto vía Poder Judicial