Por fabricación de un caso en su contra y por dos años de su vida encerrado en la cárcel sin haber cometido un delito, Fernando Ríos Maqueda anunció que procederá jurídicamente para solicitar la reparación del daño integral hacía él y su familia.
A unas horas de haber abandonado el penal en el que estuvo dos años, un mes y 15 días, Fernando, quien enfrentó la acusación de homicidio calificado en contra de Gerardo Sosa Cravioto y por el cual fue absuelto por falta de pruebas y porque las que se presentaron no fueron suficientes para acreditar el ilícito, también señaló que el responsable de la fabricación de pruebas es el exprocurador Raúl Arroyo, toda vez que fue quien firmó todos los documentos. Por ende, también le exigió ofrezca una disculpa pública.
“Así como fue y mintió a mi familia en la cara y les dijo que yo era culpable, así quiero que ofrezca una disculpa”, expresó.
Durante los dos años que estuvo preso, convivió con personas como Cipriano Charrez, José Antonio Turribiarte, ante otras personas, que se autocalifican como “presos políticos” y que son ubicados en el área de Medidas Especiales de Seguridad, también emprendió un negocio de venta de botana y pasteles dentro del Cereso, el cual piensa continuar.
Cabe recordar que Fernando fue aprehendido el 23 de febrero de 2020, exactamente un año después del asesinato de Gerardo Sosa, quien murió tras recibir por lo menos cinco impactos de bala.
En su domicilio se ejecutó un cateo, calificado como ilegal, debido a que no siguió los puntos que establece la ley; el arma hallada en el lugar, y que Fernando asegura fue sembrada, ya no fue admitida en el juicio, lo que abonó para su absolución.
La reparación deberá integrar – dijo – daño moral, psicológico de todos los involucrados, así como el económico.
