Respecto a los hechos violentos registrados este miércoles los socios de la cooperativa Cruz Azul, de la planta Hidalgo emitieron un comunicado en el que señalan que un grupo de choque, de delincuentes, contratados por la por la administración de facto de José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez, son los responsables del asesinato de ocho personas y de dejar múltiples heridos en su intento por tomar posesión, por cuarta ocasión, de manera violenta la Planta de Hidalgo.
El grupo de choque, aseguran, hizo uso de armas de fuego “que sin miramientos detonaron en contra de nuestra gente”; asimismo, refieren que “es perversa la versión que están queriendo sembrar que fue un autoatentado, cuando uno de los muertos es hijo de uno de nuestros socios”.
Hicieron un llamado a las autoridades locales y federales, “toda vez que de manera reiterada nuestro grupo había venido denunciando estos intentos violentos por apropiarse de la planta que hoy, desgraciadamente, cobró la vida de gente de nuestra Cooperativa”.
Exponen que su grupo cuenta con un amparo de un juez federal “que nos habilita para hacernos cargo de la planta de Hidalgo. Este documento nos permitió incluso detener el último intento de toma que encabezó la Policía Estatal de Hidalgo”.
Y señalan que con profundo dolor “estaremos presentado las denuncias correspondientes en contra los artífices de este hecho lamentable y que, en su ambición por tener a la mala el control total de los recursos económicos y materiales de nuestra Cooperativa, han causado pérdidas irreparables para la familia de La Cruz Azul: José Antonio Marin y Victor Velázquez”.
Asimismo en conferencia de prensa acusaron que la tragedia ocurrida pudo ser evitada si las corporaciones policiacas hubieran respondido a las reiteradas llamadas que hicieron al número de emergencia, pues si bien se trató de un ataque sorpresivo, los trabajadores se enteraron horas antes de que un grupo de choque se trasladaba a tomar la planta, pero las policías no acudieron.
Asimismo, señalaron que los disidentes usaron el mismo modo de operar violento que han venido utilizando para apropiarse de concreteras y un edificio corporativo y creen que no van a parar; dijeron que ellos han optado por la legalidad, pero hay jueces que se han vendido.
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