La pandemia sigue, pero a niveles mucho más bajos que en sus momentos más críticos. Y es que, en noviembre del año pasado con la aparición de la variante Ómicron, el mundo se puso de cabeza, pero 6 meses después parece que ha llegado la calma.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la última semana se registraron 3.8 millones de casos positivos de COVID-19, la cifra más baja que se ha reportado desde antes del estallido de casos por Ómicron.
Y aunque los infectados aún se cuentan por millones, esto representa una disminución del 17% en comparación con la semana pasada, tratándose en todo caso, de la sexta semana consecutiva de descensos globales, lejos ya de los récords de finales de enero, cuando se superaron los 23 millones de contagios en el mundo por semana.
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En el estudio, la región de Europa es la que se mantiene con la mayoría de los casos, teniendo 1.8 millones; siguiéndole Asia Oriental con 1.1 millones y América con tan solo 616 mil contagios.
Del 25 de abril al 1 de mayo se registraron por otro lado 15 mil 700 muertes, una reducción del 3% con respecto a la semana anterior, y confirmando una tendencia a la baja que se inició ya a principios de febrero. La cifra semanal de fallecidos es la más baja desde finales de marzo de 2020.