Es oficial, y es que siguiendo el modelo de otros países en el mundo, la Agencia Europea de Seguridad (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), anunciaron la eliminación de los cubrebocas al interior de sus aeropuertos y en sus aviones en la UE.
La pandemia por COVID-19 sigue, pero está ha dejado de ser un tema tan preocupante para gran parte del mundo, pues las restricciones sanitarias han disminuido y la mayor barrera contra la enfermedad, el cubrebocas, está siendo desechado.
“A partir de la semana que viene, las mascarillas ya no tendrán que ser obligatorias en los viajes aéreos en todos los casos, en línea con la modificación de requisitos para el transporte público de las autoridades nacionales en toda Europa”, declaró el director ejecutivo de EASA, Patrick Ky.
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Esta medida fue determinada por los niveles de vacunación y de inmunidad adquirida de forma natural, disminuyendo los números de contagios y muertes por la enfermedad que dejó encerrado a todo el mundo durante más de un año.
Y aunque la Unión Europea se ha unido a dejar atrás el cubrebocas, las autoridades insisten en que aún se debe actuar con responsabilidad y usarlo en caso de presentar tos o estornudos, pues aún existe el riesgo de enfermarse.
“Aunque sigue habiendo riesgos, hemos visto que las intervenciones no farmacéuticas y las vacunas han permitido que nuestras vidas empiecen a volver a la normalidad”, afirmó la directora de la ECDC, Andrea Ammon.