La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato del activista y defensor de derechos humanos Jesús Bañuelos Acevedo, cometido el 20 de junio en Atitalaquia, Hidalgo, donde desde hace un mes mantenía un plantón para oponerse a la operación de un relleno sanitario por ocasionar daños ambientales en la zona.
El representante de la ONU-DH en México, Guillermo Fernández-Maldonado, señaló que este asesinato es otra trágica evidencia de la grave violencia que busca acallar las voces de quienes defienden los derechos económicos, sociales y culturales en el país y promueven el derecho al medio ambiente como un bien de toda la sociedad.
Fernández-Maldonado indicó que el Estado tiene el deber de prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones de derechos humanos cometidas contra personas defensoras del medio ambiente, como fue el caso del defensor de la salud y del medio ambiente, que fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando resguardaba un campamento para protestar contra la operación del Centro Regional de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Atitalaquia.
La ONU-DH llamó a las autoridades estatales y federales a esclarecer este crimen con una investigación pronta e imparcial, en la cual se tome en cuenta la labor de defensa de los derechos humanos ambientales que realizaba Jesús Bañuelos, y que logre identificar y sancionar a los autores directos e intelectuales del asesinato.
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