La NASA tiene una meta fija para esta década y es el continuar con los viajes a la Luna, pero para llevar a cabo la misión Artemis es necesaria la información de rutas de la misión CAPSTONE, satélite que ya ha sido lanzado al espacio.
Llegar a la Luna no es una tarea sencilla, y aunque ya se ha realizado anteriormente, se necesitan de nuevos datos y rutas que hagan menos laborioso el trabajo de los astronautas, tarea que realizará la misión CAPSTONE.
En esta ocasión la NASA requirió el apoyo de Rocket Lab para lanzar desde Nueva Zelanda a esta sonda espacial que comprobará la ruta y la órbita en la que se situará la futura estación orbital lunar Gateway.
CAPSTONE significa Experimento de Navegación y Operaciones de Tecnología del Sistema de Posicionamiento Autónomo Cislunar y es un pequeño satélite que no pesa más de 25 kilos y cuyo tamaño es el mismo que un horno de microondas.
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CAPSTONE servirá para que las misiones Artemis se abran paso en la oscuridad del espacio hasta nuestro satélite natural, permitiendo estudiar la manera más eficiente de alcanzar la órbita deseada.
También, la NASA señala que la misión puesta en marcha por la empresa Rocket Lab, servirá como base para futuras cooperaciones comerciales en la exploración lunar y para adquirir experiencia en el envío de satélites compactos CubeSat más allá de la órbita baja terrestre.