De acuerdo con el Banco Mundial, la inclusión financiera es un elemento clave para reducir la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida: Lo anterior debido a que es un concepto multifactorial que no sólo se define como el acceso y uso de servicios financiero-formales, sino que también exige la protección al consumidor y esquemas que promuevan la educación en conceptos básicos de economía e inversión.
Los consumidores con conocimientos adecuados y entendimiento de los conceptos financieros, tienen la capacidad de tomar mejores decisiones al momento de seleccionar productos y servicios bancarios que los ayuden a alcanzar sus objetivos y metas, pues se encuentran mejor capacitados para realizar un comparativo. Esto genera que aumente la competitividad en el mercado e impulsa a las entidades bancarias a ofrecer mejor calidad de productos.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano y de organismos como la CONDUSEF, de Oscar Rosado Jiménez, la educación financiera aún no se consolida en nuestro país. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), del 2018 al 2021, no se reportaron avances en el conocimiento relativo de algunos conceptos económicos y financieros básicos, incluso en algunos casos, se considera que hubo ligeros retrocesos. En cuanto al comportamiento financiero, es decir las acciones que toman las personas al momento de manejar sus recursos económicos, los resultados de la ENIF señalan que apenas dos de cada 10 personas reportaron llevar un presupuesto, sólo cuatro de cada 10 llevan un registro de sus deudas pendientes y 50% dijo separar su dinero entre deudas y gastos.
De acuerdo con la encuesta, un paso importante para tomar decisiones financieras es adquirir información sobre productos y servicios que se desean contratar.
Desafortunadamente, los datos muestran que, considerando únicamente a las personas que contrataron de forma directa, menos del 30% de personas con crédito o cuenta, comparó sus productos financieros antes de contratarlos.
Esto indica que en México, la mayoría de los usuarios cuentan con pocos conocimientos que les permitan tomar decisiones que los lleven a tener estabilidad financiera y adquirir servicios adecuados a sus necesidades. De igual manera, no permite que las entidades financieras tengan un mayor conocimiento de las necesidades de los usuarios y puedan ofrecer servicios financieros novedosos que fomenten la competitividad e innovación en el sector.
Actualmente, se han creado nuevas opciones distintas a los bancos tradicionales que han fomentado la inclusión financiera.. Estas plataformas, entendiendo de la importancia de la educación para la bienestar de los consumidores, están trabajando día con día en crear estrategias y herramientas con las que puedan ofrecer a los usuarios mecanismos con los cuales, además de aprender de finanzas, puedan acceder a servicios confiables, transparentes y sencillos para mejorar su calidad de vida. Será tarea de la propia Comisión Nacional Bancaria de Valores, de Jesús de la Fuente, seguir abriendo las puertas a nuevas plataformas y opciones de financiamiento para los mexicanos.