El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizó su primera visita a Hidalgo durante la administración del gobernador Julio Menchaca Salazar, en la que supervisaron la construcción de la planta coquizadora de la refinería Miguel Hidalgo, ubicada en el municipio de Tula, la cual procesará el combustóleo para convertirlo en gasolina.
Los mandatarios coincidieron en que la inversión de 2 mil 500 millones de dólares para modernizar esta planta no solo beneficiará a los hidalguenses, sino a todo el pueblo de México, pues permitirá garantizar la soberanía energética de nuestro país, incrementando las ganancias de Petróleos Mexicanos (Pemex) y procurando el cuidado del medio ambiente.
Con esta planta coquizadora se busca incrementar el aprovechamiento del crudo de 50 por ciento al 89 por ciento, aumentar en 47 por ciento la producción de gasolina y producir 157 por ciento más diésel, indicó Menchaca Salazar, quien agregó que durante el desarrollo de esta obra se generarán 7 mil 400 empleos directos y 22 mil empleos indirectos, de los cuales el 79 por ciento son hidalguenses.
“Hoy podemos decir que la gasolina es más barata en México que en Estados Unidos, por eso vamos a regresar cada dos o tres meses a supervisar esta planta, trabajando 16 horas diarias para dejar sentadas las bases en donde nunca más se le dé la espalda a la ciudadanía. ¡Nunca más un México para una minoría rapaz, nunca más la corrupción, nunca más el clasismo!”, expresó López Obrador.
El presidente López Obrador aprovechó su visita a la refinería de Tula para anunciar que en breve iniciará la construcción de plantas de licuefacción en Tamaulipas y una más en Veracruz, “pues el combate a la corrupción ha permitido generar estos proyectos sin la necesidad de poner en riesgo los recursos públicos de la nación”, aseveró.
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