En Hidalgo cada hora con 38 minutos se detecta un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) “picado” para la extracción de robo de hidrocarburo, periodo que se acorta año con año, pues la incidencia de este delito continúa en aumento a pesar de los múltiples operativos que forman parte de la estrategia del combate al huachicol.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el principal problema del combate al huachicoleo es la “socialización” de este delito, lo que ha generado que habitantes de 45 poblaciones hidalguenses defiendan a los huachicoleros durante los operativos de las fuerzas federales, esto de acuerdo con informes del Ejército obtenidos a través de Guacamaya Leaks y dados a conocer por El Universal.
“En estas poblaciones han participado (…) ciudadanos defendiendo a los grupos dedicados al robo de hidrocarburos en contra de la acción de las autoridades”, cita una presentación del 8 de mayo de 2019 que da cuenta de esta alianza tácita entre pobladores y “chupaductos”.
Mientras que un análisis de mayo de 2022 da cuenta de 55 agresiones graves por parte de civiles en contra de personal de la Sedena, Secretaría de Marina (Semar), Guardia Nacional y Pemex en operativos de combate al huachicoleo, pues los pobladores se han organizado para rodearlos, amenazarlos, agrediros de manera verbal y física con palos y piedras, e incluso, quemar vehículos oficiales y dispararles con armas de fuego.
A esto se le suma la corrupción y el contubernio de las autoridades, no solo policiacas y de personal al interior de Pemex, sino de políticos entre quienes destacan cinco presidentes municipales en funciones a quienes inteligencia de la Sedena vincula con huachicoleros.
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