Todavía hace no tantos años en Hidalgo se ejecutaba la famosa “llorada del hueso” en fechas de Día de Muertos.
Era una práctica pagana, a través de la cual las personas visitaban las tumbas de los difuntos, en el panteón de Tuto, en San Bartolo Tutotepec, y sacaban los huesos.
La idea de esta actividad era hacer un ritual, rezar, cantar y adorar a las almas de los difuntos, y más tarde volver a colocar los restos óseos en su sitio.
Las familias solían juntarse para llevar a cabo esto, llevaban comida al cementerio y ejecutaban una especie de fiesta alrededor de los sepulcros.
Cabe decir que no es el único estado donde se hacía, también en algunos pueblos de Yucatán y Campeche se sacaban los huesos en esta temporada, y todavía se sigue haciendo en algunas familias.
¿Por qué ya no se hace la “llorada del hueso” en cementerios de Hidalgo?
Obviamente en algún momento de la historia, más o menos desde los años 60, esto quedó completamente prohibido por las autoridades, primero por higiene, ya que se trataba de restos humanos, y luego porque se prestaba para venderlos o desaparecerlos.
También la Iglesia Católica influyó en la prohibición, ya que para sus preceptos estas prácticas tendían al esoterismo y la oscuridad.
Finalmente las leyes estatales y locales dispusieron sanciones contra quienes hicieran esto, ya que se considera profanación de restos humanos y es castigado por la ley.
Hoy todavía sigue siendo muy tradicional visitar el panteón de Tuto en esta temporada, pero ya no se sacan los huesos, solamente se adornan las tumbas y las familias pasan un rato de convivencia en el sitio.
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