El gobierno de México no puede en su lucha contra el huachicol, dejando una clara prueba de que los números presentados no coinciden con la realidad.
Las últimas cifras demuestrab un aumento del 6.7% en el número de tomas clandestinas entre 2022 y 2023.
Aunque mucho ha insistido el gobierno federal que va ganando la lucha contra el huachicol, la verdad parece que las estrategias implementadas hasta ahora son poco más que insuficientes.
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Petróleos Mexicanos (Pemex), la vanguardia en esta batalla, parece estar perdiendo terreno rápidamente.
Con miles de tomas clandestinas y un promedio alarmante de 42 ataques diarios a sus ductos, ¿realmente se puede decir que están haciendo algún progreso?
#Pemex pierde más de 40 mil millones de pesos por #huachicol https://t.co/jvbp8wAOqz
— ReportAcero (@ReportAcero) May 6, 2024
La situación se complica más cuando consideramos las consecuencias de la delincuencia.
Explosiones, daños ambientales, pérdida de vidas y pérdida de ingresos son solo la punta del iceberg.
¿Y dónde está el gobierno en todo esto? Bueno, están ocupados presentando denuncias pero de ahí no pasan. A PEMEX le siguen agujerando los ductos.
El huachicol sigue mermando las ganancias de PEMEX
El “Plan Conjunto de Atención a Instalaciones Estratégicas de Pemex” suena bastante bien, pero sus resultados son más bien escasos.
¿Cómo se puede esperar que un plan que ni siquiera puede detener el flujo constante de ataques pueda llamarse estratégico? Parece más una lista de deseos que un plan de acción concreto.
Y luego están las denuncias. Miles y miles de denuncias, pero ¿qué están haciendo realmente?
Las tomas clandestinas siguen proliferando, mientras el gobierno parece más interesado en armar una colección de expedientes que en detener el problema en su raíz.
Hidalgo, Estado de México, Tamaulipas, Guanajuato y Nuevo León son solo algunos de los lugares que se están viendo afectados por esta epidemia de huachicol.
¿Y qué hace el gobierno al respecto? Bueno, están ocupados observando cómo los delincuentes se burlan de ellos desde la impunidad.
Finalmente, estos datos demuestra que la estrategia del gobierno para combatir el huachicol es como intentar apagar un incendio con un gotero. Es simplemente un FRACASO.
Es hora de que dejen de jugar al gato y al ratón y empiecen a tomar medidas reales antes de que sea demasiado tarde. Porque mientras tanto, el huachicol sigue fluyendo, el país sigue ardiendo y las finanzas de PEMEX cada vez se quiebran más.
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