¡Una noticia, que ya no es noticia! En a controvertida construcción del Tren Maya ha sido detenida una vez más, esta vez por tiempo indefinido, debido a la intervención de un juez de distrito.
La razón es clara: el gobierno federal no respetó las autorizaciones de impacto ambiental emitidas por la Secretaría del Medio Ambiente.
Sorprendentemente, esto no es la primera vez que el Tren Maya se enfrenta a problemas de esta índole, lo que nos lleva a cuestionar tanto su viabilidad económica como su impacto ecológico.
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Obra suspendida por violaciones ambientales
El juez Adrián Fernando Novelo Pérez, a cargo del Juzgado Primero de Distrito en Yucatán, decidió suspender indefinidamente las obras del tramo 5 sur del Tren Maya, que conecta Playa del Carmen con Tulum.
Esta medida se tomó después de que habitantes de la región presentaran quejas, respaldadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Fonatur, debido a que estas instituciones violaron las restricciones ambientales establecidas.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo un recorrido del 19 de febrero al 5 de marzo de 2024, en el que descubrieron múltiples infracciones.
Entre ellas, camiones lavando cemento en áreas no autorizadas y el derrame de cemento en cavernas como Garra de Jaguar, X´tun, Oppenheimer y Ocho Balas, lo cual solidificó en cuerpos de agua y afectó gravemente el entorno natural.
Además, se encontraron colapsos de techos de cenotes, modificaciones de cavernas y extracción de agua sin permiso.
Viabilidad del Tren Maya: ¿Un sueño roto?
La viabilidad del Tren Maya no solo está en entredicho por las recurrentes violaciones ambientales, sino también por los aparentes errores de planeación y ejecución.
Los daños ecológicos que ya se han causado parecen irreparables, lo que plantea la pregunta de si el proyecto debería continuar en absoluto.
A pesar de las grandes promesas económicas, el Tren Maya parece más un desastre ambiental disfrazado de progreso.
En su resolución, el juez señaló la necesidad de detener las acciones prohibidas y proteger el medio ambiente, destacando que los daños ya causados son severos y quizás irreparables.
Ante esta situación, cabe preguntarse si el Tren Maya realmente representa un avance o si es simplemente una serie de errores costosos tanto para la economía como para el medio ambiente.
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