Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Hidalgo, descubrieron en Tula un entierro humano del sexo femenino, que data del periodo entre 900 y 1150 años d.C, acompañado de una ofrenda cerámica, un sahumador, un cajete, un caparazón y dos vasijas, una de ellas tipo Plumbate, lo que establece una interacción entre Toltecas y Mayas.
El INAH señaló que especialistas realizaron el salvamento del enterramiento y recuperaron los restos humanos, así como una vasija con asa, un sahumador del tipo Alicia Calado, un cajete tipo Rebato Rojo Pulido, una vasija tipo Plumbate con forma de Guajolote y un caparazón de tortuga, objetos que datan aproximadamente del 900 a 1150 d.C.
Se precisa que Tula en su época de apogeo alrededor del 900- 1100 d.C., era una ciudad esplendorosa de casi 18 km2, con una población estimada de 80,000 habitantes y en cada extremo de la ciudad había cientos de barrios y áreas de talleres artesanales. Y en el caso del descubrimiento en mención, este pertenece a un contexto doméstico de un taller de lítica tallada.
También se destaca que la vasija Plumbate, es un elemento que muestra la importante interacción de la cultura tolteca con otras como la maya, ya que este tipo de cerámica plomiza era manufacturada en la costa del Pacífico cerca de la frontera entre México y Guatemala.
“La cerámica plomiza estaba distribuida en toda Mesoamérica y Centroamérica”.
Hallazgos como este, se destaca, dan muestra de la vasta riqueza cultural que poseemos los mexicanos, en este caso, en el estado de Hidalgo.