La pandemia por COVID-19 continúa a pesar de que en varias partes del mundo se están levantando las restricciones sanitarias, incluidas el uso no obligatorio de cubrebocas. Sin embargo, la OMS se encuentra rastreando dos nuevas subvariantes de Ómicron.
Ómicron puso de cabeza al mundo entero a finales de 2021 y los primeros meses de 2022, desatando una nueva ola de contagios que por momento estuvo descontrolada. Y aunque en este momento la situación se ha estabilizado, persiste el riesgo de que surjan nuevas variantes de la cepa original o bien, subvariantes.
Y es que la Organización Mundial de la Salud tiene en la mira una docena de nuevos casos que se han registrado en Sudáfrica, Dinamarca, Botswana, Escocia e Inglaterra, todos con una constante: dos subvariantes de Ómicron.
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En concreto, estas nuevas versiones han recibido el nombre de BA.4 y la BA.5, variantes hermanas de la original BA.1 de Ómicron, las cuales ya están teniendo un seguimiento puntual de parte de la OMS.
Los virus mutan todo el tiempo, pero sólo algunas mutaciones afectan a su capacidad de propagación o de evadir la inmunidad previa de la vacunación o la infección, o a la gravedad de la enfermedad que causan.
Por ahora, los casos empezaron a registrarse desde el 10 de enero y el seguimiento ha seguido hasta el 30 de marzo, los cuales en su mayoría se han presentado en personas de entre 30 y 50 años que estaban totalmente vacunadas y experimentaban síntomas leves.