Con el propósito de evitar la erosión de la tierra en el Altiplano hidalguense, el gobernador Julio Menchaca Salazar entregó 12 mil plantas de maguey que serán plantadas en 65 unidades de producción de los municipios de Tlanalapa, Singuilucan, Epazoyucan, Zempoala y Tepeapulco.
El cultivo del maguey genera barreras vivas que permiten conservar los suelos y evitar su degradación, así como retener el agua de las lluvias. Además, esta planta ancestral nativa de México permite a los campesinos generar una barrera perimetral que favorece el desarrollo de los cultivos sembrados en sus tierras.
Menchaca Salazar señaló que el maguey representa un capítulo importante en la historia nacional, pues no sólo es utilizado en la elaboración de productos o bebidas como el pulque y el aguamiel, sino que su cultivo contribuye al combate de la erosión de los suelos.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Agropecuario (Sedagroh), Napoleón González Pérez, afirmó que el suelo del Altiplano es tierra fértil para el maguey, una de las plantas más significativas del estado, las cuales, señaló, se encuentra en peligro de extinción. “Si no tomamos las medidas adecuadas para la preservación de esta planta endémica, esta podría desaparecer en los próximos 30 años”, externó.
Precisó que el 30 por ciento de la producción de maguey pulquero de Hidalgo proviene de la región del Altiplano, generando alrededor de 640 millones de pesos de ingreso e impactando de manera directa en el sector rural, turístico, cultural y económico de Hidalgo.
Tras recibir las plantas de maguey, Joel Gutiérrez, habitante de Tlanalapa, indicó que la región que antes era magueyera, ahora es árida porque no hay un elemento que retenga la humedad, por ello reconoció la iniciativa del gobierno de Hidalgo.
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