El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se prepara para recibir el Tren Suburbano que unirá Buenavista con Santa Lucía.
Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre si podrán cumplir con el plazo prometido por AMLO.
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Se trabaja incansablemente para terminar esta ambiciosa obra antes del 1 de octubre de 2024.
El gobierno asegura que podría estar lista para agosto, pero ¿es factible este ajustado cronograma?
De Toluca al AIFA
Para acelerar la construcción del Tren Suburbano al AIFA, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha decidido trasladar 10 de los 30 trenes adquiridos para el Tren México-Toluca.
Estos trenes están siendo adaptados para la nueva ruta, con dos unidades ya en las instalaciones del Suburbano.
El trabajo incluye el “retrofit”, que abarca perfilamiento de ruedas y ajustes menores.
Es impresionante cómo se pueden redistribuir recursos de manera tan rápida para un proyecto tan urgente.
¿Será suficiente la reubicación de trenes para garantizar el éxito del AIFA? O quizás estamos presenciando un “milagro” de gestión pública.
La impresionante velocidad de construcción
Max Noria, director de comercialización y administración de riesgos de Ferrocarriles Suburbanos, asegura que el proyecto avanza a un ritmo vertiginoso.
Con más de 2,000 trabajadores en tres turnos y 80 máquinas operando día y noche, las estaciones 1, 3 y 6 ya muestran un avance significativo.
Tres viaductos elevados están terminados y la instalación de la catenaria y vías continúa sin descanso.
Uno se pregunta si esta velocidad es sinónimo de calidad o si estamos ante un ejemplo de “hacer las cosas rápido y mal”.
¿Comprometerá la prisa la seguridad y funcionalidad del AIFA como sucedió con la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México?
Las autoridades han prometido que los trenes tendrán una frecuencia de 15 minutos, lo que parece un intento de calmar a los escépticos sobre la viabilidad del proyecto.
La realidad es que, detrás de bambalinas, miles de trabajadores y expertos en señalización, comunicaciones y equipamiento luchan por cumplir con los plazos establecidos.
¿Podremos ver un AIFA operando al 100% a finales de 2024?
Solo el tiempo lo dirá, pero hasta ahora, parece que la administración actual está decidida a lograrlo, aunque el costo y la calidad sean temas a considerar más adelante.
Mientras tanto, observaremos esta carrera contra el tiempo con una mezcla de asombro y escepticismo.
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