Desde la Catedral de San José de Tula, el Obispo Juan Pedro Juárez Meléndez, en este día Miércoles de Ceniza, invitó a los fieles de la Diócesis de Tula a comenzar la Cuaresma como tiempo especial de gracia y los invitó a unirse en oración y ayuno para pedir por el cese de las hostilidades en Ucrania y por la paz del mundo.
“No salimos de la preocupación por la pandemia y ahora asistimos a otra pandemia: la guerra que lleva destrucción y muerte a muchos hermanos en Ucrania” dijo.
Consideró que solo la conversión del corazón podrá librarnos de este terrible mal y refirió, que, aunque México no está en guerra, “sin embargo a diario mueren muchos hermanos, como si estuviéramos en guerra, a causa de la creciente violencia que desde hace años venimos padeciendo a lo largo y ancho de nuestro país. Por ello es urgente pedir por la paz en el mundo y en nuestra patria”.
Invitó a los fieles que se dieron cita a la misa a vivir intensamente este Miércoles de Ceniza, como día de recogimiento, reflexión, oración y ayuno. “No lo hagamos a la carrera. A veces recibimos la ceniza como una especie de amuleto de protección, olvidando que lo que el Señor nos pide es la conversión de nuestro corazón luchando contra todo mal y pecado”.
Y les explicó que el Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma de este año dio varios puntos a reflexionar, señalando que es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado.
Y reflexionó que la Cuaresma es un tiempo propicio para buscar y no evitar a quien está necesitado; para llamar y no ignorar a quien desea ser escuchado y recibir una buena palabra; para visitar y no abandonar a quien sufre la soledad.