Nos lo enseñaron en la escuela y han sido representados en películas, libros, series y en nuestra mente: los agujeros negros, eventos cósmicos de una proporción sin igual que absorben todo, hasta la luz, dejando a lo que entra sin ninguna posibilidad de volver a salir. Por mucho tiempo se creyeron un mito, pero la primera foto que demuestra su existencia hace poco más de dos años, fue solo el principio.
En 2019, un equipo de Telescopio del Horizonte de Sucesos (Event Horizon Telescope por sus siglas en inglés), capturó la primera “imagen” de un agujero negro, la cual fue creada en base a la representación indirecta de la radiación obtenida que dicho telescopio atrapó en su campo gravitatorio.
La noticia le dio la vuelta al mundo y desató todo tipo de conversaciones, pero este mismo equipo ha anunciado que muy pronto darán a conocer nueva información sobre estos titanes, lo que ha creado teorías en la comunidad científica de que se trata de Sagitario A*, un agujero negro situado en el mismo centro de nuestra galaxia.
También te puede interesar: La NASA lanzará al espacio su primera nave impulsada por una vela solar
Sagitario A* tiene una masa estimada de unos 4 millones de veces la del Sol, y se cree que está inactivo la mayor parte del tiempo, pues solo absorbe gas o polvo de manera ocasional. En 2019, un equipo científico liderado por Reinhard Genzel y Andrea Ghez comprobaron empíricamente su existencia, lo que les valió el Premio Nobel de Física de 2020 a partir de las mediciones tomadas por el telescopio Keck de Hawái.