Al parecer, la solución mágica de México para la transición energética y el cambio climático se llama… ¡Tren Maya!
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Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), la mitad del presupuesto destinado a estos temas ambientales cruciales se va directamente a este proyecto ferroviario.
Porque, claro, nada dice “mitigación del cambio climático” como una vía férrea que atraviesa la selva.
¿Tren Maya o transición energética?
Este año, México aprobó un presupuesto de 243,704 millones de pesos para la transición energética y la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, el CIEP señala que el 49.2% de esos recursos está destinado al Tren Maya, un proyecto que, sorprendentemente, no tiene ninguna relación directa con la reducción de emisiones ni la promoción de energías limpias.
Pero no pasa nada, porque un tren turístico y de carga es justo lo que el planeta necesitaba para frenar el calentamiento global. ¿Verdad?
Transición energética sin presupuesto suficiente
La lógica detrás de destinar la mitad del presupuesto para transición energética al Tren Maya parece tan brillante como quemar billetes para calentarse en invierno.
Mientras tanto, México sigue enfrentando devastadoras consecuencias del cambio climático y una lenta transición hacia las energías limpias.
Sin embargo, los recursos necesarios para mitigar estos problemas se esfuman en proyectos que poco o nada aportan al medio ambiente.
Para colmo, el gobierno se enfrenta a serias restricciones fiscales. Entre el pago de deuda, las pensiones y las participaciones a estados, el margen de maniobra es escaso.
A pesar de las sugerencias para implementar una reforma fiscal progresiva, tanto el sexenio actual como el próximo, encabezado por Claudia Sheinbaum, parecen resistirse a esta medida.
Así que, mientras el tren sigue avanzando, las metas climáticas de México podrían quedar en el olvido.
Porque, ¿quién necesita un planeta habitable cuando tienes un tren nuevo?