A unas horas de Pachuca con rumbo a Huejutla se encuentra Metztitlán, que a mí parecer se asemeja a un municipio fantasma. Las nieves “Metzi” son una parada obligatoria para “apaciguar” el calor.
Desde el entronque que divide la carretera entre Metztitlán y San Agustín de Metzquititlán, comienza un camino lleno de contrastes al hábitat natural de barrancos, cactáceos y fauna desértica que nos encamina a la cabecera de tan solo 3,125 habitantes de acuerdo con cifras de la Secretaría de Desarrollo Social. De ahí podemos seguir hasta el Exconvento de los Santos Reyes para perdernos un poco en la soledad que nos abraza en los barrancos.
El Exconvento de los Santos Reyes cuenta con espacios privilegiados, como el templo de una sola nave en el que recientemente se ha descubierto a los “Cuatro doctores de la iglesia” representados en los muros laterales cercanos al retablo mayor; así como otros personajes desconocidos en las caras internas de los pilares de los arcos del claustro.
La luna se repite como motivo ornamental en este exconvento. Recordemos que Metztitlán significa “lugar de la luna”, y en diversos lugares del monumento, tanto en cenefas y labrados como en una de sus magnas campanas se puede observar a este cuerpo celeste.
Otro edificio icónico es el Cabildo indígena, conocido como “La Tercena”. Es una de las pocas construcciones civiles del siglo XVI que ha llegado hasta nuestros días. La importancia del antiguo Señorío de Metztitlán tras la conquista española puede constatarse con la existencia de dicho inmueble. En este recinto, los señores principales impartían justicia. Una pintura sobre un muro, que representa una alegoría de un águila comiendo un escorpión, alude a la implacable impartición de la justicia.
Metztitlán, un viaje a un municipio “fantasma”.